sábado, 30 de abril de 2016

Mandarins


Hacia 1970 hubo incidentes curiosos que quedaron oscurecidos por la resaca de mayo de 1968. Uno de ellos es que nos volvimos todos maoístas. En uno de los episodios más grotescos de la historia europea, los mandarines franceses (Foucault, Barthes, Godard, Sartre y Malraux, por ejemplo) descubrieron el genio político de Mao Tse Tung (hoy se escribe Mao Zedong, pero no es lo mismo) y cayeron rendidos de admiración ante el siniestro tirano de la Revolución Cultural. En vista de lo que pasaba en París, los pobres españoles nos hicimos maoístas a toda prisa, no fuera alguien a tomarnos por fachas..Es un misterio, pero a veces las sociedades se ven atacadas por el virus de una chifladura mística, el cual se propaga como la peste. Nadie ha podido explicar aquella majadería del maoísmo (en ella sigue Badiou, pobrecillo) como no sea exclusivamente bajo la forma de una plaga voraz que infectó cerebros, cátedras, editoriales y diarios sin que nadie sepa su origen o causa. Hoy, con un régimen mucho más propicio a la infección vírica como es Internet, la peste es aún más invasiva. No hay mejor prueba que constatar la cantidad de gente que tiene a Pablo Iglesias, un evidente oportunista, por un político respetable" ( Félix de Azúa). A imagem é uma instalação do artista Maurizio Castellan.

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