segunda-feira, 28 de setembro de 2015

Estado gasoso

A propósito das eleições. "..El porcentaje de indecisos en el último momento ha sido altísimo. Pero es una característica general de las democracias occidentales. Lo digo también para que comprendamos la difícil tarea de los partidos en el mundo actual. Interpretar lo que quiere la gente no es tan fácil como algunos dicen. En este estado gaseoso, por ejemplo, se ha debilitado enormemente la idea de programa electoral. Qué sentido tiene un programa electoral cuando el mundo cambia a una enorme velocidad, y los compromisos que un partido puede adquirir chocan con la realidad de la imprevisión, del futuro, de que realmente no sabemos lo que va a pasar en cuatro años? ...Pues, entre otras cosas, no disolver la política en una amalgama de partidos instantáneos o en esa fugacidad y ese carrusel de promesas imposibles de cumplir en el que se ha convertido la política hoy día.
El eje izquierda-derecha ha tenido una preponderancia exagerada en la configuración del antagonismo democrático y ya comienzan a hacerse visibles otros ejes que complican el panorama. Por ejemplo, el eje razones tecnológicas y razones democráticas o, si se quiere, el eje definido en sus sistemas por tecnocracia y populismo. Que es un eje que no coincide exactamente con el de izquierda-derecha, sino que tiene otra inclinación. Y que permite variaciones; por ejemplo, hay tecnocracia de derechas y tecnocracia de izquierda, populismo de izquierdas y populismo de derechas. Existirá también el eje definido por las identificaciones nacionales, sobre todo en Estados compuestos, como es el caso del Estado español. Y existirá también otro eje que hemos visto ahora en España irrumpir de una manera muy particular entre lo nuevo y lo viejo. Entonces mi hipótesis es que va a haber una multitud de ejes de identificación…" (Entrevista do filsófo Daniel Innerarity ao jornal El País. É uma reflexão sobre como será a política no século XXII)

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